Manzana Iridiscente o El brillo secreto de todo

Manzana Iridiscente o El brillo secreto de todo

Por mucho tiempo, he tenido la inquietud de escribir, pero me faltaba la convicción de que mi voz podría ser relevante en un tema que no es nada nuevo y sobre el que ya han hablado y escrito, con gran elocuencia, tantas personas; sabios, santos y/o poetas en su mayoría, en los más distintos contextos y épocas.

Por otro lado, los principales temas sobre los que quisiera ahondar son difíciles de expresar en palabras. Las contadas veces que he tocado estos asuntos con personas cercanas, no he podido evitar sentirme como un niño pequeño que balbucea con torpeza sus primeras palabras. Mis esfuerzos en ese sentido casi siempre me han parecido fútiles.

Sin embargo, a pesar de estas dos cuestiones, tuve la suerte de encontrar, en donde menos me lo esperaba, la guía y la confianza que necesitaba y ahora creo que, aunque el lenguaje con frecuencia se queda corto, es válido esmerarse en buscar, hasta donde sea posible, las palabras más adecuadas.

El tema principal de este blog, aunque se pueda manifestar de muy diversas maneras, es la dimensión más profunda de la vida y de nuestro ser, misma que casi nunca surge en nuestras conversaciones cotidianas, aunque sea lo que le puede dar a la existencia un significado profundo, así como traernos alegría y paz duraderas. Me refiero a eso de lo que habla El Principito, lo que es invisible para los ojos, sin por eso dejar de ser real, o "esencial" en sus palabras. Aunque en general nos han dicho que esa dimensión sólo se puede alcanzar con mucho esfuerzo y sacrificio, la realidad es que es algo que, según Alfred Tennyson, está más cerca de nosotros que nuestra propia respiración. Es nuestra esencia.Y es por eso que me parece importante tocar estos temas, a pesar de las limitaciones del lenguaje.

También quisiera explicar brevemente el, o más bien los nombres que elegí para este blog. Para empezar, se me ocurrió una manzana porque, como sabemos, esta fruta se asocia con los maestros y con contextos de aprendizaje. Aunque soy psicóloga de formación, desde hace ya más de veinte años soy maestra de oficio. Enseñar es mi verdadera vocación. Por lo general doy clases de idiomas, y en ocasiones, también de cocina. 

Sin embargo, también me identifico profundamente con la figura del alumno o aprendiz. He sido muy afortunada en que siempre tuve excelentes maestros en todas las distintas etapas de mi formación, desde que era niña hasta la fecha.  Aunque hace mucho que no frecuento un salón de clases, sigo aprendiendo en los más diversos contextos y sobre una amplia variedad de temas. Uno de los asuntos en los cuales aún soy aprendiz es justamente el de esa realidad sutil que todo lo engloba. He tenido muchos maestros, a la mayoría de los cuales nunca conocí personalmente, sino sólo a través de sus escritos. Cada uno de ellos, en su estilo muy particular, me ha ayudado a encontrar el caminito de regreso al "lugar" del que en realidad nunca me moví. Y aunque los seguiré leyendo y consultando, llega un momento en el que, como dice Jiddu Krishnamurti, la vida misma se convierte en nuestro mejor maestro.

El término "iridiscente", así como el segundo título "El brillo secreto de todo", los escogí porque, en momentos en los que me encuentro firmemente anclada en  la esencia de nuestro ser, de alguna manera percibo que de todo lo que existe en este mundo, emana un brillo iridiscente; y no se trata de una expresión figurada, sino de un hecho misteriosamente real.

Después de pensarlo mucho, me di cuenta de que si bien "no hay nada nuevo bajo el sol", el valor que puede tener lo que yo tengo que decir radica en que se trata del  relato honesto de una búsqueda; búsqueda esta que tal vez hoy más que nunca sea una cuestión determinante para el destino, no sólo de vidas individuales, sino de nuestro planeta como un todo.

La idea de este blog es que pueda yo ir caminando junto a quienes me quieran leer, así como acompañarme a mí misma, en lo que queda listo el libro que estoy escribiendo, justamente sobre la búsqueda personal que acabo de mencionar.

Espero de corazón que seamos varios los que nos juntemos a recibirlo.

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crédito foto rosa: Sam Operchuk en Unsplash

crédito foto manzana iridiscente: Jony Ariadi en Unsplash