Temporada de mariposas


 Temporada de mariposas

Llevo tres o cuatro días pensando en el fenómeno del cambio, en cómo se da... En la mecánica de la transformación.

Recuerdo haber reflexionado sobre esto cuando era adolescente, específicamente en el contexto  del inglés. Me  sorprendía que el aprendizaje se diera en saltos y no de forma lineal. Un día, la frustración ("No sé nada.... me falta tanto..."). Una semana después, el asombro ("¡Acabo de leer mi primera novela no simplificada y entendí casi todo!"). Treinta años y un montón de películas, programas de tele, libros, artículos y todo tipo de diálogos y correspondencia después, el inglés, aunque no es mi lengua materna, es 'como de la familia', un espacio en el que siento que nado, bailo y vuelo...

 Estos días, he notado que de manera casi imperceptible, se ha operado en mí una transformación más.... Esta vez, el contexto es el de la alimentación, más concretamente, el hecho de que mis tres comidas se hayan vuelto veganas casi de la noche a la mañana. Después de años de ensayo y error, de avanzar dos pasos para luego retroceder tres, hoy ya no hay lucha.... No hay perfección tampoco, ni exigencias absurdas, pero sí hay paz y alegría.

 Las preguntas que me surgen son: ¿Cómo se da esa transformación?, ¿Cómo puede nacer y crecer tanto, donde parecía no haber nada, o tan poco?, ¿Por qué y cómo se puede pasar de 'picar piedra' o ni siquiera poderse levantar, a planear entre las nubes?

No sé, la verdad, cómo funcione esta alquimia, pero se me ocurre que se basa en un esfuerzo conjunto. Seguro has visto en internet, en la tele, o incluso en la pantalla del cajero, cuando vas a sacar dinero, campañas de ayuda del estilo: 'Por cada peso que pongas tú, Banamex, o la empresa fulanita pondrá otro, para tal o cual fin'.

Creo que algo parecido sucede en esta existencia; cada vez que nos movemos hacia alguna dirección, la vida, nuestra sabiduría interna, Dios, o como le queramos llamar, responde y también se desplaza. Por cada paso que damos, la vida da otro paso. Pero.... Pero, mientras nosotros traemos tenis sencillitos, o chanclas, con eso de que por la pandemia, muchos ya casi no salimos de casa, la vida tiene botas de siete leguas.  Sí, ¡¡Botas mágicas!!

 Es por eso que aunque por momentos, o incluso durante años, nos sintamos atascados en un lodazal sin fin,  un buen día miramos hacia atrás y nos damos cuenta de que, de la noche a la mañana, hemos recorrido montañas, valles y mares.

¿Qué me deja esta observación?

Me deja alivio, entusiasmo, confianza, gratitud y... valor. Valor de dar el primer paso... Muchas veces, el primer paso es simplemente no echarse para atrás; presentarse a la cita con el futuro, con Doña Posibilidad, aunque el objetivo final nos parezca intimidante y tan alejado de nuestras capacidades actuales como la cima del monte Everest.

Presentarnos a la cita, porque la vida nunca nos dejará plantados... La vida no sabe lo que es el ghosting... Siempre nos estará esperando en la terraza iluminada del mejor restaurant, con una copa de vino en la mano, vestida de gala, pero eso sí, con sus botas todo terreno; gastadas, enlodadas... seguro. Pero  con pedacitos de nube y polvo de estrellas también ... De todas las aventuras en las que nos ha acompañado, por las que nos ha guiado.

Los amigos, de antaño y de ahora, los maestros, las ideas novedosas, los mensajes de tu intuición, las palabras de aliento, la ayuda, las oportunidades, las sugerencias, las alegrías y las dudas inesperadas, las piedras con las que te tropiezas, los sustos, los corajes, las decepciones... Detrás de todo eso están la vida y sus botas de siete leguas. Están, y estarán.

Hoy por hoy, ¿cuál es tu mar rojo, tu bosque encantado?

Para mí : 1. Por primera vez en mi vida estar, dentro de dos semanas, al frente de un grupo de preescolares; ah, y en plena pandemia. 2. Construir una práctica cada vez más sostenida de bienestar. 3. Sortear con mi hijo, de la mejor manera posible,  los retos específicos de su historia, de nuestras circunstancias y de la adolescencia que se avecina.

¿Qué paso puedes dar hoy?

Yo voy a sacar mi tapete de yoga, voy a escribir afirmaciones positivas e imaginar escenarios en los que comparto aprendizajes y alegrías con los colegas, los niños y sus papás. Y después de la comida, voy a ir con mi hijo por una paleta de la Pantera Fresca.

¡Ánimo!

O como muy atinadamente dicen los franceses, 'Courage!'

¡VALOR!


Créditos de la foto: soulsana en unsplash.com

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